Page 2 - Anuario 2024 | Colegio San Marcos de Macul
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Editorial
T odo establecimiento educacional ofrece a sus estudiantes la posibilidad de lograr una
“educación integral”, vale decir que a los conocimientos académicos se agreguen aprendizajes
de conductas y comportamientos sociales. Entonces, ¿qué hace distinto al colegio San
Marcos, qué lo hace un colegio especial para quienes formamos parte de esta comunidad?
No es su malla curricular que la compartimos con todos los establecimientos del país, pero sí la
energía y cariño que sus docentes ponen al entregar los contenidos propuestos por el
Ministerio de educación.
No es la cantidad de horas lectivas, que aunque mayor que muchos otros colegios, es solo una
diferencia cuantitativa, sino la calidad humana con que se imparten esas clases.
No es que existan actividades deportivas y equipos de alumnos y alumnas jueguen y participen
en Campeonatos, sino que esas actividades tienen, por sobre todo, un sentido formativo y
buscan fortalecer el espíritu y el cuerpo, pero siempre dentro de los límites del respeto.
No es que se impartan talleres extraprogramáticos como en muchos otros colegios, sino que
éstos están vinculados al proyecto educativo y se incorporan a la formación integral de
nuestros y nuestras estudiantes.
No es que sea un colegio de iglesia porque lleva el nombre de un santo y se defina como
católico, sino que los valores cristianos son transversales a todas las actividades y se integra a
las familias en ellas como una verdadera comunidad.
No es que los apoderados asistan a reuniones y entrevistas informativas, sino que se hacen
parte de la educación de sus hijos, comparten los criterios educativos del colegio y además
constituyen comunidad con otros apoderados y, en su conjunto, con toda la comunidad
escolar.
No es que sus estudiantes formen grupos cursos en los diferentes niveles y compartan durante
toda la jornada escolar las mismas aulas y los patios, sino que, además, crean lazos férreos
basados en el respeto y la tolerancia forjando amistades verdaderas y duraderas que
trascienden el colegio.
No es que los administrativos y auxiliares cumplan funciones laborales desempeñándose
eficientemente para tener el material académico y la infraestructura en excelentes
condiciones, sino que se han convertido en verdaderos “tíos y tías” queridos y respetados por
niños y jóvenes que valoran su trabajo.
En definitiva no es ni la supra estructura directiva, ni la estructura educacional, ni la
infraestructura material lo que hacen la diferencia; es simplemente la calidad humana de los
miembros de la comunidad, la que puede constatarse al revisar las páginas de este
ANUARIO 2024 desarrollado con mucho cariño para la comunidad y que, más que un álbum
de fotos, refleja la humanidad que se vive al interior de nuestro Colegio San Marcos.
Ernesto Rocha Greene
Editor