Page 16 - Anuario 2023 | Colegio San Marcos de Macul
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La Historia viva del San Marcos:
Gerardo Hormazábal, actualmente Inspector de II° a IV° Medio, aceptó
conversar con nosotros para contarnos de su permanencia por 45 años
en el San Marcos.
“Llegué en el año 78, como en abril, mayo, yo estaba estudiando en
el Físico de la U. de Chile y un compañero me contó que en el San
Marcos necesitaban profesores para un proyecto deportivo, nos
vinimos cuatro compañeros con distintas especialidades
deportivas, yo en el Básquetbol porque jugaba a nivel de club. El
rector Marcial Umaña nos pidió que nos hiciéramos cargo de unas
jefaturas y además quería darle un sello en lo deportivo al San
Marcos relacionándolo con otros colegios del
Arzobispado y hacerlo competitivo. Comencé de
a poco haciendo reemplazos para luego estar a
cargo del básquetbol por casi 25 años. También
fui parte del proyecto de “profesores guías” que
éramos prácticamente papás de los chiquillos
estando muy cercanos a ellos en todos los
aspectos. El padre Marcial apadrinada a algunos
muchachos que tenían diferentes dificultades y
me tocó ser profesor jefe de muchos de ellos.
Luego se nos ocurrió implementar talleres
deportivos en las tardes con un porcentaje de
nota en Educación Física. También tuve que
participar activamente en las jornadas de Punta
deTralca.Todos los cursos iban por 3 días de jor-
nada en los cuales teníamos que hacernos cargo de cuidarlos y hacer actividades recreativas. Otra
gran actividad en la que tuve participación fue la Revista de Gimnasia, que empezó muy sencilla y se
convirtió en un gran evento que convocaba a toda la comunidad. Duró por muchos años como la
“gran actividad marquiana”, que fue quedando atrás cuando el colegio puso el énfasis en lo
académico, llegando a estar dentro de los 50 colegios destacados en la PAA con varios puntajes
nacionales y masivo ingreso a la Universidades tradicionales. También fui inspector de sección y más
adelante el Padre René me dio el cargo de Inspector General, no solo era la parte disciplinaria sino
también con responsabilidad administrativa y supervisión de la infraestructura del colegio. Así me fui
desarrollando profesionalmente en el cargo, en la relación con los alumnos y sus padres, de una
época en que la disciplina era más rígida (uniforme, actos cívicos, formación en el patio, etc.) y los
padres exigían a sus hijos cumplir con las normas y apoyaban lo que el colegio decía, eran otros
tiempos. Al comparar el San Marcos de hace 45 años con el de hoy, me quedaría con el de hoy, que
no es tan rígido, es mucho más acogedor y cercano, donde se da cabida al diálogo y al aspecto
emocional de los alumnos y alumnas, porque los tiempos han cambiado. Yo veo hoy niños de Primero
a Cuarto Medio y lo que más necesitan en este momento es que los orienten y que los protejan. Pero
en mi relación con los chiquillos/as, a pesar de que por mi rol tengo que tomar medidas y aplicar
sanciones, siempre he sentido el aprecio de mis alumnos. Si me preguntas si he sido feliz en el San
Marcos, yo creo que sí porque aquí me formé como profesional y aprendí a conocer a las personas.”