
Hoy como comunidad Marquiana, se hacen más fuertes nuestros valores institucionales de Fe, Trascendencia y Solidaridad.
Al unirnos al dolor de nuestros estudiantes Herrera Rozenstark, cuya madre falleció el día de ayer, como nos dice san Pablo, en estos momentos debemos afinar el oído, para escuchar que el amor nunca pasará… El amor se transforma y se vive de otra manera, cuesta entenderlo y aceptarlo, a veces debe pasar mucho tiempo, para lograrlo.
Pidamos porque sientan el amor y el cariño de esta comunidad, que no están solos, y que su madre, siga desde el cielo, entregando todo su amor.
Y nosotros, aprendamos que son suficientes los besos, los abrazos, los cariños, los “te amo”, los “Te quiero” y nunca nos detengamos para manifestar el amor.
Y elevamos nuestra oración, por el eterno descanso de la señora Micaela, que al paraíso la lleven los ángeles, que la reciban los santos, y le introduzcan en la santa ciudad de Dios.